Sobrevida y seguridad asociados a cirugía agresiva por cáncer de ovario epitelial estado clínico III/IV en estudio observacional en institución única por equipo especializado.

Artículo científico:

Resumen y Comentario


Me siento obligado a divulgar este estudio observacional publicado este mes en la revista Gynaecological Oncology.  El estudio se realizó en un hospital universitario de bajo volumen de atención de Japón y le corresponde a Shinichi Tate y colaboradores.  Sus resultados: la cirugía agresiva para el cáncer de ovario mejora notablemente la sobrevida global y la sobrevida libre de enfermedad respectivamente de 25 a 68.5 meses y de 14.6 a 38.1 meses sin aumento significativo en la mortalidad por la intervención (mortalidad en las 12 semanas consecutivas a la cirugía) cuando se la comparó con la cirugía estándar para cáncer de ovario previamente practicada, aunque se registraron algunas complicaciones severas resueltas en el grupo de cirugía agresiva. Adicionalmente, el porcentaje de resección completa se incrementó de 43% con la cirugía estándar a 78% con la cirugía agresiva.

En esta investigación que incluyó a mujeres con cáncer de ovario, trompa de falopio o peritoneo en estado clínico III/IV se comparó los resultados de la cirugía standard de ovario practicada desde el año 2000 hasta el 2007 en esa institución como grupo de control histórico contra el grupo de cirugía agresiva, realizada a partir del año 2008 hasta el 2012 por un cirujano general que posteriormente hizo Ginecología Oncológica con 4 años de entrenamiento y 2 Ginecólogos Oncólogos que se entrenaron en cirugía de abdomen superior por 9 meses en trabajo en equipo con el primero.

La cirugía estándar comprendía la resección del tumor, histerectomía con salpingooforectomía, omentectomía, linfadenectomía y no se extendía al abdomen superior.  En cambio, la cirugía agresiva, cuyo objetivo era conseguir la resección completa, podría incluir resección intestinal, del estómago, del bazo, del páncreas y/o peritonectomía.

De acuerdo al protocolo, se  excluyeron a las pacientes en las que inicialmente había duda respecto al diagnóstico de cáncer,  tenían más de 85 años, mala performance y/o complicaciones médicas severas concomitantes. Las mujeres excluidas para manejo de acuerdo al protocolo, sin embargo, recibieron tratamiento personalizado incluyendo cirugía agresiva según el caso.

De un total de 106 mujeres atendidas consecutivamente 87 (82%) ingresaron al grupo de cirugía agresiva de acuerdo a protocolo y 19 recibieron manejo individualizado por no ceñirse al protocolo. El escor de complejidad quirúrgica en cirugía agresiva fue alto: > 8 en 61 pacientes.

Los casos incluidos en el grupo de cirugía agresiva se manejo de acuerdo al protocolo que incluía exploración quirúrgica y evaluación de la posibilidad de resección completa incluyendo cirugía de abdomen superior. Si impresionaba posible la resección completa se planteaba citorreducción primaria agresiva seguida de 6 cursos de quimioterapia basada en platino.

Si los casos incluídos en el grupo de cirugía agresiva no calificaba para intento de citorreducción completa primaria, tenían biopsia con o sin resección del tumor y omentectomía para aliviar síntomas. Durante esta intervención inicial se marcaban los bordes de los sitios tumorales con más de 1 cm usando seda negra y se hacía un registro de sus localizaciones para practicar la resección agresiva después en una cirugía de intervalo previa quimioterapia neoadyuvante. En la cirugía de intervalo las zonas marcadas eran resecadas aún cuando hubiere desaparecido el tumor, de manera que la respuesta a la quimioterapia no afectaba la complejidad de la cirugía.

Los procedimientos quirúrgicos agresivos practicados fueron peritonectomía de la bolsa vesicouterina en 65 casos (61%), resección de intestino grueso/peritonectomía del fondo de saco de Douglas en 80 casos (75%), linfadenectomía pélvica y paraaórtica en 80 casos (75%), peritonectomía/resección diafragmática en 56 (53%), esplenectomía/pancreatectomía distal en 21 casos (20%).

Se reportaron complicaciones severas en 8 pacientes del grupo de cirugía agresiva: 4 dehiscencias de herida operatoria, 4 dehiscencias intestinales, 2 hemorragias retroperitoneales todas resueltas quirúrgicamente. También hubieron complicaciones moderadas como fístula pancreática en 7 de 21 resecciones pancreáticas, fístula urinaria en 3 casos y embolia pulmonar; todas se resolvieron con manejo conservador.

Este estudio resalta la factibilidad de la cirugía agresiva para cáncer de ovario avanzado incluso en un hospital de bajo volumen con tal que se tenga un equipo quirúrgico preparado y la disposición para el monitoreo y solución de la complicaciones severas potenciales. Los invito a leer más detalles del estudio, a continuación el enlace:



Tate S, Kato K, Nishikimi K, Matsuoka A, Shozu M. Survival and safety associated with aggressive surgery for stage III/IV epithelial ovarian cancer: A single institution observation study. Gynecol Oncol. 2017 Aug 8. pii: S0090-8258(17)31176-9. doi: 10.1016/j.ygyno.2017.07.136. [Epub ahead of print] PubMed PMID: 28800941.

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